Beatriz Ávila, senadora nacional, había asegurado en una entrevista que los despedidos no eran “ñoquis” sino que se usaba esa excusa para nombrar personal políticamente afín que responda a la nueva jefa municipal.
Desde la intendencia salieron con os tapones de punta a responderle. Martín Viola, secretario de gobierno dijo que “La senadora mintió descaradamente al decir que hay despidos injustificados. Llama la atención la cantidad de falacias e incoherencias que dijo al querer instalar la idea de que durante la gestión de la intendenta se quiere hacer ingresar a la gente de ella”, criticó.
Viola redobló los cuestionamientos e inquirió a Ávila sobre la presunta designación de familiares durante la gestión anterior. “Le preguntaría a la senadora si los familiares que encontramos en la planta del municipio entraron por concurso o por algún cupo especial que desconocemos.
Encontrados 41 familiares directos (de Ávila y Alfaro) entre hermanos, primos, tíos, yernos y sobrinos que fueron nombrados irresponsablemente en planta. Es una realidad evidente”, consideró.
Claro está, que 41 familiares no le hacen ruido al decreto de despido de 1000 empleados, muchos de ellos lograron la planta permanente este año y esa fue la razón suficiente para quedarse sin trabajo.
Este martes, reparticiones como espacios verdes y obras públicas se encontraron con que la mayor cantidad de personas que hacen al área operativa fueron despedidas por lo que se hizo imposible cubrir el cronograma de trabajo.
La realidad indica que despedir sin haberse informado fue un error, tan así que la intendenta se comprometió a rever las medidas y volver a tomar a los empleados que hagan falta.