De cada 1.200 pacientes que se atienden con síntomas de dengue, la mitad se vuelven a sus casas luego de ser asistidos por los médicos. Otros 600 se quedan unas horas porque necesitan una mayor atención, generalmente precisan ser hidratados y para ello cuentan con una sala de hidratación especial. Un 10% de esos pacientes se internan, 50 en salas comunes y 10 van a terapia.
El hospital Padilla hoy tiene una tasa de ocupación del 97%. Lo que más les llama la atención a los profesionales es que el grupo de menos de 40 años está teniendo mayor riesgo de complicaciones y que aparecen nuevas manifestaciones relacionadas a la enfermedad. Por ejemplo, en el hospital ya tuvieron recientemente cuadros del síndrome del Guillain-Barré vinculados con la infección de dengue.
El Ministerio de Salud ya reportó oficialmente seis fallecimientos por dengue este año. La cifra quedó al borde de igualar el récord de ocho decesos del año pasado. Pero la cifra sería mucho mayor teniendo en cuenta los casos que se informaron el fin de semana:
- Laura Giselle Huaco Quiroga, quien falleció repentinamente el jueves, mientras estaba internada en el hospital Padilla. Todavía no les informaron de manera oficial, pero no tienen dudas: piensan que el virus del dengue le causó un grave daño en el organismo y acabó con su vida en cuestión de horas. Huaco Quiroga tenía 34 años y era una reconocida psicóloga tucumana.
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Se cumplió una semana del fallecimiento de Yamila Lobo, una joven de 23 años que perdió la vida después de haber sufrido dengue hemorrágico. Era policía y su muerte causó una gran conmoción entre sus compañeros, familiares y amigos.
Tras informar el pasado lunes que se ausentaría unos días por padecer dengue, Marcela Ulrich, quien se desempeñaba en el área comercial del diario La Gaceta, falleció el sábado a los 51 años. “Ella siempre daba un poquito más”, la describió Patricia Ribone, gerenta comercial del diario.
Los casos en la provincia se siguen multiplicando y la reacción de las autoridades parece ser bastante tardía.